Queridos lectores:
Hace mucho tiempo leí este libro, Ciudades de Papel, y tengo la reseña pendiente. Así que, hoy me he inspirado y voilà! ¡Espero que os guste y feliz lectura!
Tenía muchas ganas de leer Ciudades de Papel, pues las críticas eran excelentes, pero por otra parte, debido a esto tenía miedo. No sería la primera vez que me defraudara un libro tras haber leído tan buenas opiniones. Por tanto, digamos que he ido leyéndolo con tiento.
John Green nos presenta a dos personajes muy únicos: Quentin, el típico chico "friki" del instituto que no llama la atención, no es invitado a fiestas "guays" y no tiene novia. Por otro lado, Margo Roth Spiegelman, la increíble popular y guapa Margo que sí acude a fiestas de "guays" y se lleva con gente "guay".
Estos personajes aparentemente opuestos conectan ya en su infancia, y aunque toman más adelante caminos diversos, siempre habrá un punto en común que los mantendrá en contacto, pase lo que pase, y ese punto es el famoso encuentro de ellos y del cadáver en el parque. No volverán a vivir nada emocionante hasta dentro de diez años, la noche en la que comparten unos momentos muy intensos, la última noche que Quentin ve a Margo antes de que desaparezca sin dejar rastro alguno, excepto las pequeñas y misteriosas pistas que deja solo para él. A partir de este instante, nuestro protagonista hará todo lo que esté en sus manos para encontrar a su querida Margo viva y a salvo.
El autor nos trae una historia de amor que no es amor, una historia de misterio que no es misterio. La relación entre Quentin y Margo es extraña. No se puede calificar como una relación de noviazgo, pero tampoco como una simple y llana amistad, es algo que contiene ambas cosas. La desaparición de Margo da un giro a la historia y la convierte en un ir y venir de pistas que no llevan a ninguna parte y lo único que consiguen es desquiciarte cada vez más. Sí, lo reconozco. Este libro me ha desquiciado bastante. Tenía tantas ganas de que Margo apareciese de una maldita vez que no veía la página en la que podría leer: "Y al fin... He encontrado a Margo". Y lo que más, por decirlo de alguna manera, me fastidió, es el hecho de que la pista esencial siempre (casi siempre) ha estado ahí delante.
La narración de John Green, en este libro, la encontré un poco espesa. A veces daba demasiadas vueltas a algo que no venía a cuento, sobretodo algunas descripciones y, de vez en cuando, ciertos diálogos. Siempre me ha parecido que su narración es bastante filosófica. No solo te cuenta una historia, también te habla de otras cosas al mismo tiempo; en este caso, sobre lo que implica la apariencia de las personas que en realidad lo único que hace es esconder su verdadera personalidad, y para poder encontrarla, necesitas desaparecer para que otros indaguen.
La trama tiene bastantes variaciones, encontramos partes fluidas y rápidas de leer, y otras que se hacen eternas. Es un libro muy complejo en este sentido.
Los personajes están desarrollados. Aunque a simple vista es el misterio lo que cubre todo, a medida que vas pasando páginas vas "escarbando" un poquito más y descubriendo aspectos nuevos de los personajes.
En conclusión, Ciudades de papel es un libro que se me hizo un poco pesado. Esto no significa que me haya disgustado, pero esperaba una lectura mucho más fluida. La historia en sí es original, muy a lo John Green, con sus múltiples reflexiones. Los personajes no son planos, eso sí, en muchos casos bastantes desquiciantes. No podéis leer Ciudades de papel si lo que buscáis es una historia de amor en toda regla, porque eso no va a ocurrir, pero sí podéis leerla si estáis dispuestos a seguir las pistas de la enigmática Margo Roth Spielgeman y no desquiciaros en el intento.
John Green nos presenta a dos personajes muy únicos: Quentin, el típico chico "friki" del instituto que no llama la atención, no es invitado a fiestas "guays" y no tiene novia. Por otro lado, Margo Roth Spiegelman, la increíble popular y guapa Margo que sí acude a fiestas de "guays" y se lleva con gente "guay".
Estos personajes aparentemente opuestos conectan ya en su infancia, y aunque toman más adelante caminos diversos, siempre habrá un punto en común que los mantendrá en contacto, pase lo que pase, y ese punto es el famoso encuentro de ellos y del cadáver en el parque. No volverán a vivir nada emocionante hasta dentro de diez años, la noche en la que comparten unos momentos muy intensos, la última noche que Quentin ve a Margo antes de que desaparezca sin dejar rastro alguno, excepto las pequeñas y misteriosas pistas que deja solo para él. A partir de este instante, nuestro protagonista hará todo lo que esté en sus manos para encontrar a su querida Margo viva y a salvo.
El autor nos trae una historia de amor que no es amor, una historia de misterio que no es misterio. La relación entre Quentin y Margo es extraña. No se puede calificar como una relación de noviazgo, pero tampoco como una simple y llana amistad, es algo que contiene ambas cosas. La desaparición de Margo da un giro a la historia y la convierte en un ir y venir de pistas que no llevan a ninguna parte y lo único que consiguen es desquiciarte cada vez más. Sí, lo reconozco. Este libro me ha desquiciado bastante. Tenía tantas ganas de que Margo apareciese de una maldita vez que no veía la página en la que podría leer: "Y al fin... He encontrado a Margo". Y lo que más, por decirlo de alguna manera, me fastidió, es el hecho de que la pista esencial siempre (casi siempre) ha estado ahí delante.
La narración de John Green, en este libro, la encontré un poco espesa. A veces daba demasiadas vueltas a algo que no venía a cuento, sobretodo algunas descripciones y, de vez en cuando, ciertos diálogos. Siempre me ha parecido que su narración es bastante filosófica. No solo te cuenta una historia, también te habla de otras cosas al mismo tiempo; en este caso, sobre lo que implica la apariencia de las personas que en realidad lo único que hace es esconder su verdadera personalidad, y para poder encontrarla, necesitas desaparecer para que otros indaguen.
La trama tiene bastantes variaciones, encontramos partes fluidas y rápidas de leer, y otras que se hacen eternas. Es un libro muy complejo en este sentido.
Los personajes están desarrollados. Aunque a simple vista es el misterio lo que cubre todo, a medida que vas pasando páginas vas "escarbando" un poquito más y descubriendo aspectos nuevos de los personajes.
En conclusión, Ciudades de papel es un libro que se me hizo un poco pesado. Esto no significa que me haya disgustado, pero esperaba una lectura mucho más fluida. La historia en sí es original, muy a lo John Green, con sus múltiples reflexiones. Los personajes no son planos, eso sí, en muchos casos bastantes desquiciantes. No podéis leer Ciudades de papel si lo que buscáis es una historia de amor en toda regla, porque eso no va a ocurrir, pero sí podéis leerla si estáis dispuestos a seguir las pistas de la enigmática Margo Roth Spielgeman y no desquiciaros en el intento.
Pues lo tengo pendiente , a ver cuando me pongo <3
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