Cada vez que te veo mi corazón
se acelera, mis ojos de iluminan. Cuando nos cruzamos por los pasillos siempre
intento hablar contigo, pero entonces es como si olvidara hablar, las palabras
se me atascan en la garganta.
Tú, una chica tan lista, tan
guapa, tan risueña, tan espontánea, tan... tú... No te pareces nada a mí, un
chico que solo aprueba por los pelos, que ni siquiera es capaz de hablar con
una chica, tan tímido, tan... yo... No hace falta que resalte que somos polos
opuestos, como el blanco y el negro, el agua y el aceite, el cielo y la tierra.
Cuando te sientas delante de mí
en la clase, en cierto modo me distraes. Paso todas las horas mirándote, cómo
tu largo y lacio rubio cabello cae como una cascada y se posa suavemente sobre tus
hombros. Tus claros ojos destacan sobre los míos, oscuros como pozos negros.
Esa sonrisa tan radiante que siempre llevas en tu cara es capaz de deshacerme
por dentro.
Supongo que recordarás aquel
incidente en la excursión de final de curso, cuando te tiré el refresco por tu
camiseta y tuviste que llevar todo el día esa horrible mancha ahí. Pensarías
que era un estúpido, un inútil y un torpe. Pero el pequeño accidente se produjo
porque te dirigiste a mí como a un amigo. ¿Te acuerdas? "Si quieres puedes
venir con nosotros" dijiste amablemente, y señalaste el grupo en el que
estabas. Me puse tan nervioso que al abrir el refresco se cayó todo por encima
tuyo. Fui un idiota, ni siquiera te ayudé a limpiarlo, estaba tan anonado que
tan solo me disculpé y me marché.
Todas estas
"cursiladas" que te escribo son mis sentimientos hacia ti, los que
nunca pude, ni puedo, decirte cara a cara, porque soy un cobarde. Sí, lo soy.
Más de una vez tuve la ocasión de hablar contigo y no lo hice. Más de una vez
me pillaste mirándote y yo, sonrojándome, miraba rápidamente hacia otro lado.
Supongo que estos son los "síntomas" de estar enamorado, ¿no? Pero no
sé si tú también sientes lo mismo, si al menos me consideras un amigo, o si ni
siquiera te importo...
No espero que ahora cambies tu
relación conmigo, que me trates mejor ni peor. Solo quiero que sepas lo que
siento por ti, lo que he sentido siempre.
Mario
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