Queridos lectores:
No podía faltar la alusión al protagonista de estos últimos meses, así que ahí va, ¿qué tal lleváis el tema de COVID-19? Bromas aparte, aunque es un virus que ocasiona síntomas muy similares a una gripe cualquiera, no debe subestimarse. Y ojo, no digo entrar en pánico, porque eso no favorece a nadie. Sin embargo, como habréis leído, oído y visto, las muertes por este virus se producen, no son ficción. Y el número de infectados cada vez aumenta más. Por tanto, me chirría un poco eso de que suspendan las clases y haya gente que comenta: "bueno, pues yo esta noche voy a ir a cenar con mis amigos". Chico, si se están tomando ciertas medidas de seguridad se da por sabido que lo último que tienes que hacer es quedar con otras cuantas personas en un sitio cerrado y luego irte de fiesta. Creo que habrá tiempo suficiente para eso, ¿no? Porque tú probablemente no sufras ninguna molestia aparte de un poco de fiebre y tos en caso de que te contagies, pero habrás transmitido el virus a todos aquellos con los que te relacionaste, y puede que entre esas personas se encuentren individuos de riesgo, como ancianos o inmunodeprimidos, los cuales no llevan en la frente escrito "soy inmunodeprimido, no te me acerques". Así que un poco de sensatez, por favor.
FICHA TÉCNICA
Título: Un verano en la Provenza
Páginas: 366
Género: Romántica
Editorial: Versátil
PVP: 17,90€
ISBN: 978 84 16580 29 3
La vida de Monique se derrumba el día que cae en las trampas de su profesión. Pocas semanas después de recibir el premio más prestigioso de la Asociación de Periodistas de Francia, la prensa rosa publica unas fotografías suyas en actitud comprometida. Incapaz de enfrentarse al acoso mediático, abandona París para refugiarse en la Provenza. Allí revivirá sus días de adolescente tímida, siempre a la sombra de su prima Giselle, se reencontrará con Paul, el hombre que le dio su primer beso y descubrirá el origen secreto de la tía que las acogía durante aquellos veranos de infancia.
Pero su tía le había reservado otro regalo: la llave de un secreter que alberga un diario que le revelará la historia de una joven cuyo único pecado fue amar a un soldado alemán durante la ocupación de París. A medida que se adentre en sus páginas, Monique sentirá cómo renacen sus sentimientos hacia Paul. Pero él ya no es el joven divertido, despreocupado y apasionado de la natación que le hizo descubrir el amor; el tiempo y los desengaños han marcado a fuego su carácter. Sin embargo, el destino tiene prevista una sorpresa para ellos. Algo que ambos ignoran los unirá, de algún modo, para siempre.
En esta historia conocemos a Monique, una importante periodista que ve amenazada su carrera por culpa de una publicación en la que aparece ella de protagonista. Este hecho la altera considerablemente, hasta tal punto de irse de la ciudad y tomarse un respiro en el pueblo de Beauville. (La sinopsis es bastante explícita en lo que a esto respecta).
Por otro lado, tenemos a Paul, originario de Beauville. Es un hombre atractivo, pero ahí se queda la cosa. Ni él ni Monique me despertaron ningún sentimiento, me mantuve muy indiferente en general hacia ambos. Su relación me pareció muy fría, a pesar de la contrariedad que puede generar pues protagonizan alguna que otra escena erótica. De hecho, para mí todo quedó reducido a eso: pura atracción física.
Una de las cosas que más me apetecían de este libro era ese tema que se menciona en la sinopsis relacionado con un diario de la tía de Monique. Bien, pues esta historia sí me gustó bastante. La joven periodista descubre cosas del pasado de Marissa, su tía, narradas por ella en el año 1942. Es un tema que podría haberle dado mucho potencial a la trama, pero una vez que el lector lee esta parte, no vuelve a tener su protagonismo. Queda apartado, como algo anecdótico.
El ritmo de la novela se me hizo extraño. De repente, aparecen ciertos personajes secundarios que hasta el momento se habían mantenido al margen y cobran una importancia que, desde mi punto de vista, desequilibra totalmente el hilo conductor de la historia.
Por supuesto, no es todo negro como el carbón. Disfruté mucho el ambiente Provenzano, la imagen del pequeño pueblo de Beauville, la lavanda decorando el campo, los rayos de sol característicos del verano. Teletransportarme a este tipo de paisaje fue lo más placentero que encontré en la novela. Ah, y su portada es muy bonita, no podéis negarlo.
Yo me encargo de que su aroma no se pierda, de conservar su esencia, que es lo mejor de ellas, lo que las define y lo más valioso que pueden ofrecer. En eso las plantas aromáticas son como las personas.
-Pág. 84-
Para terminar, tengo que decir que probablemente haya escogido un mal momento para leer Un verano en la Provenza. Quizá, en otras circunstancias, podría haber disfrutado más la lectura. Quién sabe, todos tenemos épocas en las que preferimos leer un determinado género. Por tanto, no descarto volver a intentarlo con otro libro de la autora, y darle (o darme) una segunda oportunidad.
Hola.
ResponderEliminarNo conocía el libro y por el momento no creo que lo lea, tengo demasiados pendientes, pero gracias por la reseña.
Nos leemos.
¡Hola! Creo que es de los pocos libros de la autora que todavía no he leído y la verdad es que me encantaría darle una oportunidad. Un besote :)
ResponderEliminarPues si te gustaron los otros entonces seguro que lo disfrutarás mucho más que yo ;)
EliminarHola!
ResponderEliminarCoincido con el tema del virus. La verdad es que la paranoia no ayuda a nadie, pero tampoco hay que subestimarlo. Simplemente cuidarnos.
En cuanto al libro, lo tengo visto, y tengo muchas ganas de leerlo.
Un beso
Hola!
ResponderEliminarSiempre he querido leer algo de esta autora, pero últimamente me estoy cruzando con algunas reseñas con las que me lo estoy empezando a replantear... no leo demasiada romántica últimamente y empiezo a dudar seriamente que Ardey me guste ahora mismo.
Un beso!
El momento personal en el que estamos influye en los libros, como no. Me pasó algo parecido con una novela que dejé a medias. Tiempo después, la retomé y me encantó.
ResponderEliminarMe quedo por tu blog como seguidora.
Un besazo.